Duro Golpe a la industria lechera
El tema, sin embargo, es mucho más complejo y va más allá del impacto en la dieta nutricional de las familias colombianas.
Otra parte de la historia se escribe en el campo, donde muchos ganaderos deben, literalmente, botar la leche que producen, pues los compradores escasean por la disminución de la capacidad adquisitiva de los hogares colombianos y la inflación. Por eso, se sienten atraídos ante los bajos precios de la leche en polvo importada, especialmente de Estados Unidos.
Miles de productores en zonas lecheras de Cundinamarca, Boyacá y otros departamentos se enfrentan a una realidad dolorosa: lo que les pagan no les alcanza para cubrir los gastos de producción.
Para finales de 2023, “nos alcanzaron a pagar el litro a 2.400 pesos y el precio ha llegado a los 1.600”, relata Marlene Ángel, representante legal de Ganalac, gremio que asocia a 3.500 productores de leche de Ubaté, municipio lechero de Cundinamarca y uno de los más importantes del sector en Colombia.
Así, mientras que los costos de producción de la leche se han incrementado hasta un 45 por ciento en los últimos cinco años, lo que llevó a que en 2023 se pagara un promedio de 1.500 pesos por litro, el lactosuero se importa a precios tan bajos como 0,19 dólares por litro.
Eso explicaría por qué adulterar la leche con este producto resulta tan atractivo para ciertas empresas, dejando para el sector lechero pérdidas millonarias y fomentando una competencia desleal, traducida en una pérdida de 365 millones de litros de leche. Esto representa un golpe de 766.000 millones de pesos para los lecheros nacionales.
En contraste, quienes adulteran la leche con lactosuero obtienen una ganancia diaria de 2.100 millones de pesos, tal como señala la propia Superintendencia de Industria y Comercio.
Por tanto, Rubén Ernesto Orjuela insiste en la inconveniencia del mencionado proyecto de ley. “Si se les quita el impuesto a los productores de alimentos ultraprocesados, estos no van a decir ‘ahora les vamos a comprar leche a los productores colombianos’, sino que seguirán utilizando los lactosueros y la leche en polvo que muchos han venido usando. Por eso, no es cierto que ese proyecto de ley vaya a beneficiar a la industria nacional y a los pequeños productores, a quienes cogen de excusa para eliminar este impuesto”.
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El debate se genera en tiempos en los que hace carrera una narrativa que apunta a que la leche no es tan necesaria como se cree en la dieta de las familias.
“Las enfermedades cardiovasculares, oncológicas, metabólicas, odontológicas y óseas, entre otras, tienen en la leche de vaca, la real, no la ultraprocesada, una importante aliada para su prevención y posible reducción de efectos dañinos”, explica la nutricionista Sonia Forero. Y agrega que “aporta proteínas, vitaminas y minerales, nutrientes esenciales para el desarrollo adecuado de niños y adolescentes, principalmente para ayudar al crecimiento y fortalecimiento de los huesos, dientes y otros tejidos. Por ello, hay que desestimar esa narrativa que nos quieren vender con respecto a que la leche es un alimento que se debe dejar de lado”.
Vía Revista Semana: https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/alertan-sobre-los-efectos-en-los-ninos-del-consumo-de-productos-que-se-venden-como-lacteos-pero-que-no-lo-son/202411/